La llegada a Singapur suposo el reencuentro con nuestros amigos a quienes conocimos en 2004 en Laponia. Greg nos esperaba en el aeropuerto y Sean en su casa, donde nos alojamos, con la cena preparada. En Asia no se entra en ninguna casa con los zapatos de la calle, uno se descalza o utiliza zapatillas especiales(nos habían comprado unas para nosotros), esto fue lo primero que me llamó la atención, esto y lo verde que son las calles. La llegada no pudo ser más calurosa. Conocimos a Alex, Jing y Chang que son los compañeros de piso de Sean, encantadores los tres(Thank you so much for every moment, you´re charming persons). Más tarde llegó Jwee ping, cenamos y decidimos salir a dar un paseo nocturno que nos dejó impresionados. Singapur de noche tiene cierto aire romántico, creo que es una mezcla entre Nueva York, Inglaterra(quedan edificios coloniales)y China, desde luego impresiona y tiene mucha vida.
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